Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Lucas 12:25-37 La Palabra Versión Española (BLP)

25. Por lo demás, ¿quién de vosotros, por mucho que se preocupe, podrá añadir una sola hora a su vida?

26. Pues si sois incapaces de influir en las cosas más pequeñas, ¿a qué preocuparos por las demás?

27. Fijáos en cómo crecen los lirios. No se fatigan ni hilan y, sin embargo, os digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su esplendor, llegó a vestirse como uno de ellos.

28. Pues si Dios viste así a la hierba del campo, que hoy está verde y mañana será quemada en el horno, ¡cuánto más hará por vosotros! ¡Qué débil es vuestra fe!

29. Vosotros no os atormentéis buscando qué comer o qué beber.

30. Esas son las cosas que preocupan a los paganos de este mundo; pero vuestro Padre ya sabe que las necesitáis.

31. Vosotros buscad, más bien, el reino de Dios, y Dios se encargará de daros además todas esas cosas.

32. No tengas miedo, pequeño rebaño, que es voluntad de vuestro Padre daros el reino.

33. Vended vuestros bienes y repartid el producto entre los necesitados. Haceos así un capital que no se deteriora, riquezas inagotables en los cielos, donde no hay ladrones que entren a robar ni polilla que destruya.

34. Pues donde tengáis vuestra riqueza, allí tendréis también el corazón.

35. Estad preparados y mantened vuestras lámparas encendidas.

36. Sed como criados que están esperando que el amo regrese de una boda, listos para abrirle la puerta en cuanto llegue y llame.

37. ¡Felices aquellos criados a quienes el amo, al llegar, los encuentre vigilando! Os aseguro que los hará sentarse a la mesa y él mismo se pondrá a la tarea de servirles la comida.

Leer capítulo completo Lucas 12