Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Lucas 10:5-20 La Palabra Versión Española (BLP)

5. Cuando entréis en alguna casa, decid primero: «Paz a esta casa».

6. Si los que viven allí son gente de paz, la paz de vuestro saludo quedará con ellos; si no lo son, la paz se volverá a vosotros.

7. Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja tiene derecho a su salario. No vayáis de casa en casa.

8. Cuando lleguéis a un pueblo donde se os reciba con agrado, comed lo que os ofrezcan.

9. Curad a los enfermos que haya en él y anunciad: «El reino de Dios está cerca de vosotros».

10. Pero si entráis en un pueblo donde se nieguen a recibiros, recorred sus calles diciendo:

11. «¡Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos contra vosotros! Sin embargo, sabed que el reino de Dios ya está cerca».

12. Os digo que, en el día del juicio, los habitantes de Sodoma serán tratados con más clemencia que los de ese pueblo.

13. ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón* se hubieran realizado los milagros que se han realizado en medio de vosotras, ya hace mucho tiempo que sus habitantes se habrían convertido y lo habrían demostrado llevando luto y ceniza.

14. Por eso, Tiro y Sidón serán tratados en el juicio con más clemencia que vosotras.

15. Y tú, Cafarnaún*, ¿crees que vas a ser encumbrada hasta el cielo? ¡Hasta el abismo, serás precipitada!

16. El que os escuche a vosotros, es como si me escuchara a mí; el que os rechaze a vosotros, es como si me rechazara a mí; y el que me rechace a mí, es como si rechazara al que me envió.

17. Los setenta y dos volvieron llenos de alegría, diciendo:— ¡Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre!

18. Jesús les contestó:— He visto a Satanás que caía del cielo como un rayo.

19. Os he dado autoridad para que pisoteéis las serpientes, los escorpiones y todo el poder del enemigo, sin que nada ni nadie pueda dañaros.

20. Pero, aun así, no os alegréis tanto de que los espíritus malignos os obedezcan como de que vuestros nombres estén escritos en el cielo.

Leer capítulo completo Lucas 10