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Juan 8:1-18 La Palabra Versión Española (BLP)

1. Jesús, por su parte, se fue al monte de los Olivos.

2. Por la mañana temprano volvió al Templo, y toda la gente se reunió en torno a él. Se sentó y comenzó a enseñarles.

3. En esto, los maestros de la ley y los fariseos se presentaron con una mujer que había sido sorprendida en adulterio. La pusieron en medio

4. y plantearon a Jesús esta cuestión:— Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.

5. En la ley nos manda Moisés que demos muerte a pedradas a tales mujeres. Tú, ¿qué dices?

6. Le plantearon la cuestión para ponerlo a prueba y encontrar así un motivo de acusación contra él. Jesús se inclinó y se puso a escribir con el dedo en el suelo.

7. Como ellos insistían en preguntar, Jesús se incorporó y les dijo:— El que de vosotros esté sin pecado que tire la primera piedra.

8. Dicho esto, se inclinó de nuevo y siguió escribiendo en el suelo.

9. Oír las palabras de Jesús y escabullirse uno tras otro, comenzando por los más viejos, todo fue uno. Jesús se quedó solo, con la mujer allí en medio.

10. Se incorporó y le preguntó:— Mujer, ¿dónde están todos esos? ¿Ninguno te condenó?

11. Ella le contestó:— Ninguno, Señor.Jesús le dijo:— Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar.]

12. Jesús se dirigió de nuevo a los judíos y les dijo:— Yo soy* la luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

13. Los fariseos le replicaron:— Estás declarando como testigo en tu propia causa; por tanto, tu testimonio carece de valor.

14. Jesús les contestó:— Aun cuando yo testifique a mi favor, mi testimonio es válido, porque sé de dónde vengo y a dónde voy. Vosotros, en cambio, no sabéis ni de dónde vengo ni a dónde voy.

15. Vosotros juzgáis con criterios mundanos. Yo no quiero juzgar a nadie

16. y, cuando lo hago, mi juicio es válido, porque no estoy yo solo; conmigo está el Padre que me envió.

17. En vuestra ley está escrito que el testimonio coincidente de dos testigos es válido.

18. Pues bien, a mi testimonio se une el que da a mi favor el Padre que me envió.

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