Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Juan 7:12-24 La Palabra Versión Española (BLP)

12. Y también entre la gente todo eran comentarios en torno a él. Unos decían:— Es un hombre bueno.Otros replicaban:— De bueno, nada; lo que hace es engañar a la gente.

13. Nadie, sin embargo, se atrevía a hablar de él públicamente por miedo a los judíos.

14. Mediada ya la fiesta, Jesús se presentó en el Templo y se puso a enseñar.

15. Los judíos, sorprendidos, se preguntaban:— ¿Cómo es posible que este hombre sepa tantas cosas sin haber estudiado?

16. Jesús les contestó:— La doctrina que yo enseño no es mía; es de aquel que me ha enviado.

17. El que está dispuesto a hacer la voluntad del que me ha enviado, podrá comprobar si lo que yo enseño es cosa de Dios o si hablo por cuenta propia.

18. El que habla por su cuenta, lo que va buscando es su propio honor. En cambio, quien solamente busca el honor de aquel que lo envió, es un hombre sincero y no hay falsedad en él.

19. ¿No fue Moisés quien os dio la ley? Sin embargo, ninguno de vosotros la cumple. ¿Por qué queréis matarme?

20. La gente le contestó:— ¡Tú tienes un demonio dentro! ¿Quién intenta matarte?

21. Jesús replicó:— He realizado una obra y todos os habéis quedado sorprendidos.

22. Pues bien, Moisés os impuso el rito de la circuncisión (aunque en realidad no proviene de Moisés, sino de los patriarcas) y, para cumplirlo, circuncidáis aunque sea en sábado.

23. Si, pues, circuncidáis incluso en sábado para no quebrantar una ley impuesta por Moisés, ¿por qué os indignáis tanto contra mí que he curado por completo a una persona en sábado?

24. No debéis juzgar según las apariencias; debéis juzgar con rectitud.

Leer capítulo completo Juan 7