Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Juan 6:38-52 La Palabra Versión Española (BLP)

38. Porque yo he bajado del cielo, no para hacer lo que yo deseo, sino lo que desea el que me ha enviado.

39. Y lo que desea el que me ha enviado es que yo no pierda a ninguno de los que él me ha confiado, sino que los resucite en el último día.

40. Mi Padre quiere que todos los que vean al Hijo y crean en él, tengan vida eterna; yo, por mi parte, los resucitaré en el último día.

41. Los judíos comenzaron a criticar a Jesús porque había dicho que él era «el pan que ha bajado del cielo».

42. Decían:— ¿No es este Jesús, el hijo de José? Conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo se atreve a decir que ha bajado del cielo?

43. Jesús replicó:— Dejad ya de criticar entre vosotros.

44. Nadie puede creer en mí si no se lo concede el Padre que me envió; yo, por mi parte, lo resucitaré en el último día.

45. En los libros proféticos está escrito: Todos serán adoctrinados por Dios. Todo el que escucha al Padre y recibe su enseñanza, cree en mí.

46. Esto no significa que alguien haya visto al Padre. Solamente aquel que ha venido de Dios, ha visto al Padre.

47. Os aseguro que quien cree, tiene vida eterna.

48. Yo soy el pan de la vida.

49. Vuestros antepasados comieron el maná en el desierto y, sin embargo, murieron.

50. Este, en cambio, es el pan que ha bajado del cielo para que, quien lo coma, no muera.

51. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo voy a dar es mi carne, entregada para que el mundo tenga vida.

52. Esto suscitó una fuerte discusión entre los judíos, que se preguntaban:— ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?

Leer capítulo completo Juan 6