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Hechos 9:8-19 La Palabra Versión Española (BLP)

8. Saulo se levantó del suelo y, cuando abrió los ojos, no podía ver. Así que lo llevaron de la mano a Damasco,

9. donde pasó tres días privado de la vista, sin comer y sin beber.

10. Residía en Damasco un discípulo llamado Ananías. En una visión oyó que el Señor lo llamaba:— ¡Ananías!— Aquí estoy, Señor —respondió—.

11. El Señor le dijo:— Vete rápidamente a casa de Judas, en la calle Recta, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Ahora está orando

12. y acaba de tener una visión en la que un hombre llamado Ananías entra en su casa y le toca los ojos con las manos para que recobre la vista.

13. —Señor —contestó Ananías—, muchas personas me han hablado acerca de ese hombre y del daño que ha causado a tus fieles en Jerusalén.

14. Y aquí mismo tiene plenos poderes de los jefes de los sacerdotes para prender a todos los que te invocan.

15. —Tú vete —replicó el Señor—, porque he sido yo quien ha elegido a ese hombre como instrumento para que anuncie mi nombre a todas las naciones, a sus gobernantes y al pueblo de Israel.

16. Yo mismo le mostraré lo que habrá de sufrir por mi causa.

17. Ananías partió inmediatamente y tan pronto como entró en la casa, tocó con sus manos los ojos de Saulo y le dijo:— Hermano Saulo, Jesús, el Señor, el mismo que se te apareció cuando venías por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.

18. De repente cayeron de sus ojos una especie de escamas y recuperó la vista. A continuación fue bautizado,

19. tomó alimento y recobró fuerzas.Saulo se quedó algún tiempo con los discípulos que residían en Damasco,

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