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Hechos 9:31-40 La Palabra Versión Española (BLP)

31. La Iglesia gozó de un período de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Fueron días en que, impulsada por el Espíritu Santo y plenamente fiel al Señor, iba consolidándose y extendiéndose cada vez más.

32. Pedro, que recorría incansable todos los lugares, fue también a visitar a los fieles de Lida.

33. Allí encontró a un hombre llamado Eneas, a quien la parálisis tenía postrado en cama desde hacía ocho años.

34. Pedro le dijo:— Eneas, Jesucristo va a curarte; levántate y haz tu cama.Eneas se levantó inmediatamente.

35. Y cuando los habitantes de Lida y de toda la llanura de Sarón lo vieron sano, se convirtieron al Señor.

36. Había en Jope una mujer creyente* llamada Tabita, nombre que significa «Gacela». Se dedicaba por entero a hacer buenas obras y a socorrer a los necesitados.

37. Pero uno de aquellos días cayó enferma y murió. Lavaron su cadáver y lo depositaron en la habitación del piso de arriba.

38. Los discípulos de Jope, ciudad próxima a Lida, se enteraron de que Pedro se hallaba en esta última ciudad y enviaron urgentemente dos hombres con este ruego:— Ven a nuestra ciudad sin pérdida de tiempo.

39. Pedro partió con ellos en seguida. Al llegar a Jope le hicieron subir a la habitación donde estaba la difunta. Allí se vio rodeado de viudas que, anegadas en lágrimas, le mostraban los vestidos y mantos que Gacela les hacía cuando estaba con ellas.

40. Pedro hizo salir a todos y, arrodillándose, se puso a orar. Se acercó después al cadáver y dijo:— ¡Tabita, levántate!Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó en el lecho.

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