Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 26:21-26 La Palabra Versión Española (BLP)

21. Por esta razón me detuvieron los judíos, cuando estaba yo en el Templo, y trataron luego de asesinarme.

22. Pero he contado con la protección de Dios hasta el presente, y no ceso de dar testimonio a pequeños y grandes, afirmando únicamente lo que tanto los profetas como Moisés predijeron que había de ocurrir:

23. a saber, que el Mesías tenía que padecer, pero que sería el primero en resucitar de la muerte para anunciar la luz tanto al pueblo judío como a las demás naciones.

24. Estaba Pablo ocupado en el desarrollo de su defensa, cuando intervino Festo diciéndole en voz alta:— ¡Pablo, estás loco; el mucho estudio te hace desvariar!

25. —No estoy loco, nobilísimo Festo —respondió Pablo—. Los argumentos que presento son verdaderos y razonables.

26. El rey está versado en estos temas, y a él puedo hablarle con plena confianza. Tengo la convicción de que no desconoce ningún detalle de todas estas cosas, ya que han acontecido a la vista de todos.

Leer capítulo completo Hechos 26