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Hechos 25:4-18 La Palabra Versión Española (BLP)

4. Pero Festo respondió que Pablo debía seguir custodiado en Cesarea y que él mismo iba a regresar allí pronto.

5. Y añadió:— Que vuestros dirigentes me acompañen a Cesarea y presenten acusación contra ese hombre, si es que ha cometido algún delito.

6. Festo pasó ocho o diez días entre ellos y después regresó a Cesarea. Al día siguiente ocupó su puesto en el tribunal y ordenó que hicieran comparecer a Pablo.

7. Cuando este se presentó, los judíos llegados de Jerusalén lo acosaron imputándole muchas y graves culpas, de las cuales no podían presentar pruebas.

8. Pablo, a su vez, se defendió diciendo:— No he cometido delito alguno ni contra la ley judía, ni contra el Templo, ni contra el emperador.

9. Festo, que deseaba granjearse el favor de los judíos, dijo entonces a Pablo:— ¿Quieres ir a Jerusalén para que yo juzgue allí tu causa?

10. Pablo respondió:— Apelo al tribunal del emperador, que es donde debo ser juzgado. No he cometido ningún delito contra los judíos, como tú bien sabes.

11. Si verdaderamente soy culpable y he cometido alguna acción que me haga reo de muerte, no me niego a morir. Pero si los cargos que se me hacen carecen de fundamento, nadie puede entregarme a los judíos. Apelo, pues, al emperador.

12. Festo cambió impresiones con sus consejeros y respondió:— Al emperador has apelado, al emperador irás.

13. Transcurridos unos días, llegaron a Cesarea el rey Agripa y Berenice para saludar a Festo.

14. Como se quedaron allí bastantes días, Festo tuvo tiempo de referir al rey el asunto de Pablo.— Aquí hay un hombre —dijo— a quien Félix dejó preso.

15. Cuando fui a Jerusalén, los jefes de los sacerdotes y los demás dirigentes judíos presentaron una denuncia contra él y pidieron su condena.

16. Les contesté que no es norma legal romana condenar a un acusado sin previo careo con sus acusadores y sin darle oportunidad para defenderse de los cargos.

17. Vinieron entonces aquí y, al día siguiente, sin demora alguna, ocupé mi puesto en el tribunal y ordené que trajeran a ese hombre.

18. Pero cuando los acusadores tomaron la palabra, no presentaron cargo alguno de los que yo esperaba.

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