Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 23:8-22 La Palabra Versión Española (BLP)

8. (Téngase en cuenta que los saduceos niegan que haya resurrección, ángeles y espíritus, mientras que los fariseos creen en todo eso).

9. La controversia tomó grandes proporciones, hasta que algunos maestros de la ley, miembros del partido fariseo, afirmaron rotundamente:— No hallamos culpa en este hombre. Puede que un espíritu o un ángel le haya hablado.

10. Como el conflicto se agravaba, el comandante empezó a temer que descuartizaran a Pablo; ordenó, pues, a los soldados que bajaran a sacarlo de allí y que lo llevaran a la fortaleza.

11. Durante la noche siguiente, el Señor se apareció a Pablo y le dijo:— Ten buen ánimo; has sido mi testigo en Jerusalén y habrás de serlo también en Roma.

12. Al amanecer, los judíos tramaron un complot, jurando no probar bocado ni beber nada hasta haber dado muerte a Pablo.

13. Eran más de cuarenta las personas que participaban en esta conjuración.

14. Se presentaron después ante los jefes de los sacerdotes y demás dirigentes y les comunicaron:— Hemos jurado solemnemente no probar absolutamente nada hasta que matemos a Pablo.

15. Resta ahora que vosotros, con la anuencia del Consejo, solicitéis del comandante que os entregue a Pablo con el pretexto de examinar su causa más detenidamente. Nosotros nos encargaremos de eliminarlo en cuanto llegue.

16. Pero el hijo de la hermana de Pablo se enteró del complot y logró entrar en la fortaleza para poner a Pablo sobre aviso.

17. Pablo llamó en seguida a un oficial y le dijo:— Lleva a este muchacho ante el comandante, pues tiene algo que comunicarle.

18. El oficial tomó al muchacho y lo presentó al comandante con estas palabras:— Pablo, el preso, me ha llamado para pedirme que te traiga a este muchacho. Tiene algo que decirte.

19. El comandante lo tomó de la mano, lo llevó aparte y le preguntó:— ¿Qué quieres decirme?

20. El muchacho se explicó así:— Los judíos han acordado pedirte que mañana lleves a Pablo ante el Consejo Supremo con la excusa de obtener datos más precisos sobre él.

21. Pero no les creas, pues más de cuarenta de ellos van a tenderle una emboscada y han jurado solemnemente no comer ni beber hasta matarlo. Ya están preparados y solo esperan tu respuesta.

22. El comandante despidió al muchacho, advirtiéndole:— No digas a nadie que me has informado sobre este asunto.

Leer capítulo completo Hechos 23