Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 23:1-18 La Palabra Versión Española (BLP)

1. Con la mirada fija en los miembros del Consejo, dijo Pablo:— Hermanos: hasta el presente me he comportado siempre ante Dios con conciencia enteramente limpia.

2. A esto, Ananías, el sumo sacerdote, ordenó a los ujieres que golpearan a Pablo en la boca.

3. Pero este le dijo:— ¡Dios es quien te golpeará a ti, grandísimo hipócrita! Estás sentado ahí para juzgarme conforme a la ley, ¿y conculcas la ley mandando que me golpeen?

4. —¿Te atreves a insultar al sumo sacerdote de Dios? —preguntaron los asistentes—.

5. —Hermanos —respondió Pablo—, ignoraba que fuera el sumo sacerdote; efectivamente, la Escritura ordena: No maldecirás al jefe de tu pueblo.

6. Como Pablo sabía que entre los presentes unos eran fariseos y otros saduceos, proclamó en medio del Consejo:— Hermanos, soy fariseo, nacido y educado como fariseo. Y ahora se me juzga porque espero la resurrección de los muertos.

7. Esta afirmación provocó un conflicto entre fariseos y saduceos, y se dividió la asamblea.

8. (Téngase en cuenta que los saduceos niegan que haya resurrección, ángeles y espíritus, mientras que los fariseos creen en todo eso).

9. La controversia tomó grandes proporciones, hasta que algunos maestros de la ley, miembros del partido fariseo, afirmaron rotundamente:— No hallamos culpa en este hombre. Puede que un espíritu o un ángel le haya hablado.

10. Como el conflicto se agravaba, el comandante empezó a temer que descuartizaran a Pablo; ordenó, pues, a los soldados que bajaran a sacarlo de allí y que lo llevaran a la fortaleza.

11. Durante la noche siguiente, el Señor se apareció a Pablo y le dijo:— Ten buen ánimo; has sido mi testigo en Jerusalén y habrás de serlo también en Roma.

12. Al amanecer, los judíos tramaron un complot, jurando no probar bocado ni beber nada hasta haber dado muerte a Pablo.

13. Eran más de cuarenta las personas que participaban en esta conjuración.

14. Se presentaron después ante los jefes de los sacerdotes y demás dirigentes y les comunicaron:— Hemos jurado solemnemente no probar absolutamente nada hasta que matemos a Pablo.

15. Resta ahora que vosotros, con la anuencia del Consejo, solicitéis del comandante que os entregue a Pablo con el pretexto de examinar su causa más detenidamente. Nosotros nos encargaremos de eliminarlo en cuanto llegue.

16. Pero el hijo de la hermana de Pablo se enteró del complot y logró entrar en la fortaleza para poner a Pablo sobre aviso.

17. Pablo llamó en seguida a un oficial y le dijo:— Lleva a este muchacho ante el comandante, pues tiene algo que comunicarle.

18. El oficial tomó al muchacho y lo presentó al comandante con estas palabras:— Pablo, el preso, me ha llamado para pedirme que te traiga a este muchacho. Tiene algo que decirte.

Leer capítulo completo Hechos 23