6. Al mirarlo con detenimiento, comprobé que contenía cuadrúpedos, fieras, reptiles y aves.
7. En esto oí una voz que me decía: «¡Anda, Pedro, mata y come!».
8. «¡De ninguna manera, Señor —respondí—, pues jamás entró en mi boca nada profano o impuro!».
9. La voz replicó por segunda vez desde el cielo: «No consideres tú profano lo que Dios ha purificado».
10. Esto ocurrió por tres veces, y después todo volvió al cielo.