Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 10:19-31 La Palabra Versión Española (BLP)

19. Entonces el Espíritu dijo a Pedro, que seguía preguntándose intrigado por el sentido de la visión:— Ahí abajo hay tres hombres que te buscan.

20. Baja en seguida y acompáñalos. No tengas ningún reparo, porque los he enviado yo.

21. Pedro bajó al encuentro de aquellos hombres y les dijo:— Yo soy el que buscáis. ¿A qué se debe vuestra visita?

22. —Venimos de parte del capitán Cornelio —respondieron—. Es un hombre recto que rinde culto al verdadero Dios y a quien todos los judíos aprecian de veras. Un ángel de Dios le ha indicado que te haga llegar a su casa para oír lo que tengas que decirle.

23. Pedro los invitó a pasar la noche allí y, al día siguiente, se puso en camino con ellos, acompañado por algunos hermanos de Jope.

24. Un día después llegaron a Cesarea, donde Cornelio estaba ya esperándolos junto con sus familiares y amigos íntimos.

25. Cuando llegó Pedro, salió a recibirlo y se postró a sus pies en actitud de adoración.

26. —Ponte de pie —le dijo Pedro mientras lo ayudaba a levantarse—, pues también yo soy simplemente un hombre.

27. Entraron en la casa conversando y Pedro dijo a las numerosas personas que encontró reunidas allí:

28. —Como sabéis, a un judío le está prohibido relacionarse con extranjeros o entrar en sus casas. Pero Dios me ha hecho comprender que a nadie debo considerar profano o impuro.

29. Por eso, no tuve inconveniente en venir cuando me llamasteis. Deseo saber por qué razón me habéis hecho venir.

30. Entonces Cornelio respondió:— Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo aquí en mi casa* ocupado en la oración de la tarde, cuando, de pronto, se presentó ante mí un hombre vestido con una túnica resplandeciente.

31. Me dijo: «Cornelio, Dios ha escuchado tu oración y ha tenido en cuenta tu generosidad con los pobres.

Leer capítulo completo Hechos 10