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Hebreos 12:6-14 La Palabra Versión Española (BLP)

6. pues el Señor corrige a quien ama y castiga a quien reconoce como hijo.

7. Aceptad vosotros la corrección, que es señal de que Dios os trata como a hijos. ¿Hay, en efecto, algún padre que no corrija a su hijo?

8. Pero si quedáis privados de la corrección que todos reciben, es que sois bastardos y no hijos legítimos.

9. Además, si en la tierra hemos tenido unos padres que nos han corregido y, sin embargo, los hemos respetado, ¿no deberemos, con mucha más razón, someternos al Padre sobrenatural si queremos tener vida?

10. Aquellos, en efecto, nos educaban según sus criterios para una vida corta; este, en cambio, nos educa para algo provechoso, a saber, para que participemos de su propia santidad.

11. Ninguna corrección resulta un plato de gusto cuando se recibe; al contrario, es desagradable. Mas a la postre, a quienes se sirven de ella para ejercitarse, les reporta frutos de paz y rectitud.

12. Así pues, armaos de valor y no os dejéis vencer por el cansancio,

13. y encaminad vuestros pasos por senderos llanos para que el pie cojo no sufra una nueva torcedura, sino que pueda, más bien, sanar.

14. Procurad estar en paz con todos y llevar una vida de consagrados; sin ello nadie verá al Señor.

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