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Filipenses 1:6-24 La Palabra Versión Española (BLP)

6. Y estoy seguro de que Dios, que ha comenzado en vosotros una labor tan excelente, la llevará a feliz término en espera del día de Cristo Jesús.

7. ¿Acaso no está justificado esto que siento por vosotros? Os llevo muy dentro del corazón, ya que todos vosotros compartís conmigo este privilegio mío de la prisión y de poder defender y consolidar el mensaje evangélico.

8. Mi Dios es testigo de lo entrañablemente que os añoro a todos vosotros en Cristo Jesús.

9. Y esta es mi oración: que vuestro amor crezca más y más y se traduzca en un profundo conocimiento experimental,

10. de manera que podáis discernir lo que es valioso, os conservéis limpios e irreprochables en espera del día del Señor,

11. y seáis colmados de los frutos de salvación que otorga Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

12. Quiero que sepáis, hermanos, que la causa del mensaje evangélico ha sido favorecida con esta situación mía.

13. No solo la guardia imperial en pleno, sino todos los demás han visto claramente que Cristo es la única razón de mi encarcelamiento.

14. Es más, mi prisión ha fortalecido la confianza en el Señor de buen número de hermanos, que ahora se atreven a proclamar la palabra con más valentía y sin temor.

15. Es verdad que mientras unos anuncian a Cristo con rectitud de intención, a otros los mueve la envidia y la rivalidad.

16. Aquellos lo hacen por amor, sabiendo que yo he recibido el encargo de defender el mensaje evangélico.

17. Estos otros, en cambio, al anunciar a Cristo se dejan llevar de la ambición y de turbios intereses, pensando que con ello hacen más dura mi prisión.

18. Pero ¡qué importa! Con segundas intenciones o sin ellas, Cristo es anunciado, y eso es lo que me hace y seguirá haciéndome feliz.

19. Sé que, gracias a vuestras oraciones y a la ayuda del Espíritu de Jesucristo, todo contribuirá a mi liberación.

20. Así lo espero ardientemente, con la certeza de que no voy a quedar en modo alguno defraudado y con la absoluta seguridad de que ahora y siempre Cristo manifestará su gloria en mi persona, tanto si estoy vivo como si estoy muerto.

21. Porque Cristo es la razón de mi vida, y la muerte, por tanto, me resulta una ganancia.

22. Pero si vivir en este mundo me ofrece la ocasión de una tarea fructífera, no sabría qué elegir.

23. Ambas cosas me presionan: por un lado, quiero morir y estar con Cristo, que es, con mucho, lo mejor;

24. por otro lado, vosotros necesitáis que siga en este mundo.

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