Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Filipenses 1:19-30 La Palabra Versión Española (BLP)

19. Sé que, gracias a vuestras oraciones y a la ayuda del Espíritu de Jesucristo, todo contribuirá a mi liberación.

20. Así lo espero ardientemente, con la certeza de que no voy a quedar en modo alguno defraudado y con la absoluta seguridad de que ahora y siempre Cristo manifestará su gloria en mi persona, tanto si estoy vivo como si estoy muerto.

21. Porque Cristo es la razón de mi vida, y la muerte, por tanto, me resulta una ganancia.

22. Pero si vivir en este mundo me ofrece la ocasión de una tarea fructífera, no sabría qué elegir.

23. Ambas cosas me presionan: por un lado, quiero morir y estar con Cristo, que es, con mucho, lo mejor;

24. por otro lado, vosotros necesitáis que siga en este mundo.

25. Convencido de esto último, presiento que seguiré viviendo con todos vosotros para provecho y alegría de vuestra fe.

26. Así, cuando vuelva a veros, tendréis nuevos motivos, gracias a mí, para estar orgullosos de ser cristianos.

27. Solo os pido que vuestra conducta sea digna del mensaje evangélico de Cristo para que, tanto si voy a visitaros y yo mismo lo veo, como si estoy ausente y llega a mis oídos lo que se dice de vosotros, compruebe que permanecéis unidos, luchando todos a una por manteneros fieles al mensaje evangélico.

28. No os dejéis, pues, intimidar por los enemigos; Dios ha dispuesto que lo que para ellos es señal de perdición, sea para vosotros señal de salvación.

29. Y es que a vosotros se os ha concedido el privilegio no solo de creer en Cristo, sino también de padecer por él,

30. pues estáis librando el mismo combate en el que me visteis empeñado y que, como ahora oís, sigo sosteniendo.

Leer capítulo completo Filipenses 1