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Apocalipsis 18:5-21 La Palabra Versión Española (BLP)

5. Hasta el cielo se han amontonado sus pecadosy Dios no ha querido ignorarpor más tiempo sus crímenes.

6. Pagadle con su misma moneda,y aun dadle el doble de su merecido:en la copa de sus desenfrenosverted doble amargura.

7. Cuanto se procuró de lujos y placeres,dadle de tormentos y desdichas.Ved cómo alardea en su interior:«Ocupo un trono de reina;no soy viuda y jamás conoceré el dolor.»

8. Pero en un solo día vendrán sobre ellalas calamidades que tiene merecidas—muerte, luto y hambre—y quedará abrasada por el fuego.Poderoso es para ello el Señor Dios que la condenó.

9. Los poderosos de la tierra, los que con ella compartieron lujuria y placeres, prorrumpirán en llantos y gemidos cuando contemplen su humeante hoguera.

10. Estremecidos de horror ante el suplicio, exclamarán desde lejos:—¡Desgraciada de ti, la gran ciudad,Babilonia, la ciudad tan poderosa!¡Un instante ha bastadopara consumarse tu condena!

11. También los traficantes de la tierra prorrumpirán en llanto y gemidos por ella, porque ya nadie les comprará sus mercancías:

12. oro, plata, piedras preciosas y perlas; lino, púrpura, seda y escarlata; maderas aromáticas, objetos de marfil, de maderas preciosas, de bronce, de hierro y de mármol;

13. canela, clavo, perfumes, mirra e incienso; vino y aceite; trigo y flor de harina; ovejas y ganado mayor; caballos y carros; esclavos y vidas humanas.

14. Ya no gustarás máslos frutos sazonados que tanto apetecías;ya todas tus riquezas y tus lujoshuyeron para no volver jamás.

15. Todos estos traficantes, enriquecidos a su costa, se mantendrán a distancia estremecidos de horror ante su tormento y entre lágrimas y lamentos

16. exclamarán:¡Desgraciada de ti, la gran ciudad,que en otro tiempo te vestíasde lino, púrpura y grana,y te adornabas con oro,piedras preciosas y perlas!

17. ¡Un instante ha bastadopara arrasar tanta riqueza!A su vez, los capitanes de barco, los oficiales, los marineros y todos cuantos faenan en el mar, se mantenían de pie a lo lejos

18. y exclamaban al contemplar la humareda de la ciudad incendiada:— ¿Hubo alguna vez una ciudad tan grande como esta?

19. Y, echándose polvo sobre la cabeza, lloraban y se lamentaban, diciendo:—¡Desgraciada de ti, la gran ciudad,fuente de riqueza para cuantossurcaban los mares con sus barcos!¡Un instante ha bastadopara convertirte en ruinas!

20. ¡Alégrate, cielo, al contemplarla,y vosotros también, los consagrados a Dios,los apóstoles y los profetas,porque Dios ha vengado en ella vuestra causa!

21. Un ángel poderoso levantó entonces un gran peñasco, como una gigantesca rueda de molino, y lo arrojó al mar, exclamando:—Así, violentamente, será arrojadaBabilonia, la gran ciudad,y nunca más se sabrá de ella.

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