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Apocalipsis 18:11-24 La Palabra Versión Española (BLP)

11. También los traficantes de la tierra prorrumpirán en llanto y gemidos por ella, porque ya nadie les comprará sus mercancías:

12. oro, plata, piedras preciosas y perlas; lino, púrpura, seda y escarlata; maderas aromáticas, objetos de marfil, de maderas preciosas, de bronce, de hierro y de mármol;

13. canela, clavo, perfumes, mirra e incienso; vino y aceite; trigo y flor de harina; ovejas y ganado mayor; caballos y carros; esclavos y vidas humanas.

14. Ya no gustarás máslos frutos sazonados que tanto apetecías;ya todas tus riquezas y tus lujoshuyeron para no volver jamás.

15. Todos estos traficantes, enriquecidos a su costa, se mantendrán a distancia estremecidos de horror ante su tormento y entre lágrimas y lamentos

16. exclamarán:¡Desgraciada de ti, la gran ciudad,que en otro tiempo te vestíasde lino, púrpura y grana,y te adornabas con oro,piedras preciosas y perlas!

17. ¡Un instante ha bastadopara arrasar tanta riqueza!A su vez, los capitanes de barco, los oficiales, los marineros y todos cuantos faenan en el mar, se mantenían de pie a lo lejos

18. y exclamaban al contemplar la humareda de la ciudad incendiada:— ¿Hubo alguna vez una ciudad tan grande como esta?

19. Y, echándose polvo sobre la cabeza, lloraban y se lamentaban, diciendo:—¡Desgraciada de ti, la gran ciudad,fuente de riqueza para cuantossurcaban los mares con sus barcos!¡Un instante ha bastadopara convertirte en ruinas!

20. ¡Alégrate, cielo, al contemplarla,y vosotros también, los consagrados a Dios,los apóstoles y los profetas,porque Dios ha vengado en ella vuestra causa!

21. Un ángel poderoso levantó entonces un gran peñasco, como una gigantesca rueda de molino, y lo arrojó al mar, exclamando:—Así, violentamente, será arrojadaBabilonia, la gran ciudad,y nunca más se sabrá de ella.

22. Ya no se volverá a escuchar en tiel son de los arpistas y los músicos,el son de los que tocanla flauta y la trompeta.Ya no habrá en ti artesanosni se oirá el rumorde la rueda molinera.

23. La luz de la lámparano alumbrará más en ti,ni volverán a oírse en tus calleslos cantos del novio y de la novia.Y es que tus traficantesllegaron a ser los grandes de la tierray con tus sortilegiosengañaste a todas las naciones.

24. Estás manchada con la sangrede profetas y de consagrados a Dios,con la sangre de todoslos que han sido asesinados en la tierra.

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