Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Corintios 5:1-12 La Palabra Versión Española (BLP)

1. Sabemos, además, que aunque se desmorone esta tienda corporal que nos sirve de morada terrestre, Dios nos tiene preparada en el cielo una morada eterna, no construida por manos humanas.

2. Y suspiramos anhelando ser sobrevestidos de esa nuestra morada celestial,

3. dando por supuesto que seremos revestidos y no despojados de ella.

4. En verdad, a los que vivimos en esta morada corporal nos abruma la aflicción, pues no queremos quedar desnudos, sino ser sobrevestidos de modo que lo mortal sea absorbido por la vida.

5. A eso precisamente nos ha destinado Dios, y como garantía nos ha dado el Espíritu.

6. Así que en todo momento estamos llenos de confianza sabiendo que, mientras el cuerpo sea nuestra morada, nos hallamos lejos del Señor

7. y caminamos guiados por la fe y no por lo que vemos.

8. Rebosamos confianza, a pesar de todo, y preferiríamos abandonar el cuerpo para ir a vivir junto al Señor.

9. Por eso, tanto si vivimos en este cuerpo como si lo abandonamos, lo que deseamos es agradar al Señor.

10. Porque todos nosotros tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo para que cada uno reciba el premio o el castigo que le corresponda por lo que hizo durante su vida mortal.

11. Conscientes del respeto que merece el Señor, nos esforzamos en convencer a los demás, pues lo mismo que nuestra vida no tiene secretos para Dios, espero que tampoco los tenga para vosotros.

12. Y no es que otra vez nos estemos haciendo la propaganda ante vosotros; tan solo queremos brindaros la ocasión de que estéis orgullosos de nosotros y así podáis responder a quienes presumen de apariencias y no de realidades.

Leer capítulo completo 2 Corintios 5