8. Pues si tenemos algún poder, no es para utilizarlo contra la verdad, sino en favor de la verdad.
9. Lo que nos alegra es que vosotros os encontréis fuertes*, aunque nosotros parezcamos débiles; lo que pedimos es que os corrijáis.
10. Por eso os escribo en estos términos estando ausente, para que, cuando esté presente, no me vea obligado a proceder con dureza, utilizando un poder que el Señor me ha confiado para construir y no para derribar.