Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Corintios 11:1-9 La Palabra Versión Española (BLP)

1. ¿Me disculparéis si digo algún que otro desatino? Estoy seguro de que sí.

2. Os quiero tanto que me abrasan unos celos a lo divino, pues os he desposado con un solo marido presentándoos a Cristo como si fuerais una virgen pura.

3. Pero tengo miedo; lo mismo que la serpiente sedujo con su astucia a Eva, temo que pervierta vuestros pensamientos apartándoos de una sincera y limpia entrega a Cristo.

4. De hecho, si alguno viene y os anuncia a otro Jesús distinto del que os hemos anunciado, o pretende que recibáis un Espíritu distinto del que recibisteis o un mensaje evangélico distinto del que abrazasteis, ¡lo aceptáis tan a gusto!

5. ¡Pues no creo valer menos yo que esos superapóstoles!

6. Admito que carezco de elocuencia, pero no me faltan conocimientos; bien que os lo he demostrado en las más diversas ocasiones y circunstancias.

7. ¿Estará mi culpa en haberos anunciado de balde el mensaje evangélico de Dios, rebajándome yo para encumbraros a vosotros?

8. Para dedicarme a vuestro servicio acepté subsidios de otras iglesias, y tuve la sensación de que las explotaba.

9. Pasé apuros estando entre vosotros, pero a nadie fui gravoso; los hermanos que vinieron de Macedonia proveyeron a mis necesidades. Y si en todo momento me preocupé de no seros gravoso, me seguiré preocupando.

Leer capítulo completo 2 Corintios 11