Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Corintios 10:1-8 La Palabra Versión Española (BLP)

1. Por la dulzura y la bondad de Cristo os lo pido yo, Pablo, tan cobarde cuando estoy entre vosotros y tan valiente, en cambio, por carta.

2. No me obliguéis a que, cuando esté entre vosotros, tenga que hacerme el valiente —arrestos me sobran para ello— contra esos que me acusan* de proceder por motivos humanos.

3. Soy, ciertamente, humano; pero no lucho por motivos humanos

4. ni las armas con que peleo son humanas, sino divinas, con poder para destruir cualquier fortaleza. Soy capaz de poner en evidencia toda suerte de falacia

5. o de altanería que se alce contra el conocimiento de Dios. Puedo también someter a Cristo todo pensamiento

6. y estoy preparado para castigar cualquier rebeldía una vez que vuestra obediencia sea perfecta.

7. Solo valoráis las apariencias. Si alguno está convencido de ser cristiano, considere, a su vez, que yo lo soy tanto como él.

8. Y si he presumido más de la cuenta de la autoridad que el Señor me dio no para vuestra ruina sino para vuestro provecho, no me avergonzaré de ello.

Leer capítulo completo 2 Corintios 10