Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Juan 3:5-21 La Palabra Versión Española (BLP)

5. Y sabéis que Jesucristo, en quien no hay pecado, vino a borrar nuestros pecados.

6. Quien permanece unido a él no comete pecado; quien sigue pecando, es que no lo ha visto ni conocido.

7. Hijos míos, que nadie os engañe; el que practica el bien* es justo, como Jesús es justo.

8. Pero el que sigue pecando pertenece al diablo, porque el diablo es pecador desde el principio del mundo. El Hijo de Dios vino para aniquilar la obra del diablo,

9. y ninguno que sea hijo de Dios puede seguir pecando, porque Dios es su Padre, y la vida misma de Dios alienta en él.

10. En esto se distinguen los hijos de Dios de los hijos del diablo: quien no practica el bien ni ama al hermano, no es hijo de Dios.

11. Desde el principio habéis escuchado el anuncio de amaros unos a otros.

12. No como Caín, quien, por ser del maligno, asesinó a su hermano. Y ¿por qué lo asesinó? Pues porque sus acciones eran malas, y las de su hermano, en cambio, eran buenas.

13. No os extrañéis, hermanos, si el mundo os aborrece.

14. Sabemos que por amar a nuestros hermanos hemos pasado de la muerte a la vida, mientras que quien no ama sigue muerto.

15. Odiar al hermano es como darle muerte, y debéis saber que ningún asesino tiene dentro de sí vida eterna.

16. Nosotros hemos conocido lo que es el amor en que Cristo dio su vida por nosotros; demos también nosotros la vida por los hermanos.

17. Pero si alguien nada en la abundancia y, viendo que su hermano está necesitado le cierra el corazón, ¿tendrá valor para decir que ama a Dios?

18. Hijos míos, ¡obras son amores y no buenas razones!

19. Esta será la señal de que pertenecemos a la verdad y podemos sentirnos seguros en presencia de Dios:

20. que si alguna vez nos acusa la conciencia, Dios es más grande que nuestra conciencia y conoce todas las cosas.

21. Pero si la conciencia no nos acusa, queridos, crece nuestra confianza en Dios

Leer capítulo completo 1 Juan 3