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1 Corintios 12:16-23 La Palabra Versión Española (BLP)

16. Y si el oído dijera: «Como no soy ojo, nada tengo que ver con el cuerpo», ¿dejaría por ello de formar parte del cuerpo?

17. Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿cómo podría oír? Y si todo fuera oído, ¿cómo podría oler?

18. Por algo distribuyó Dios cada uno de los miembros en el cuerpo según le pareció conveniente.

19. Pues ¿dónde estaría el cuerpo si todo él se redujese a un solo miembro?

20. Precisamente por eso, aunque el cuerpo es uno, los miembros son muchos.

21. Y no puede el ojo decirle a la mano: «No te necesito». Como tampoco puede la cabeza decir a los pies: «No os necesito».

22. Al contrario, cuanto más frágil parece un miembro, más imprescindible es,

23. y rodeamos de especial cuidado aquellas partes que menos parecerían merecerlo. Asimismo, tratamos con mayor decoro las que consideramos más indecorosas,

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