4. Moab dijo a los ancianos de Madián:—Ahora esta gente devorará todos nuestros bienes, como devora el buey el pasto del campo.Balac, hijo de Zipor, que era entonces rey de Moab,
5. envió mensajeros a Balaán, hijo de Beor, que residía en Petor, ciudad que está junto al río Éufrates* y era su país de origen, para que le dijeran:—Un pueblo ha salido de Egipto y cubre ya la faz de la tierra; ahora se ha asentado delante de mí.
6. Ven, pues, y maldice a este pueblo de mi parte pues es más fuerte que yo; quizá entonces yo pueda derrotarlo y expulsarlo de mi territorio. Porque yo sé bien que será bendito quien reciba tu bendición y a quien tú maldigas, maldito será.
7. Los ancianos de Moab y los ancianos de Madián partieron llevando consigo el pago por el vaticinio. Llegaron adonde estaba Balaán y le dieron el mensaje de Balac.
8. Él les respondió:—Pasad aquí esta noche y yo os contestaré según me diga el Señor.Se quedaron, en efecto, con Balaán aquella noche los dignatarios de Moab.