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Números 22:3-17 La Palabra Versión Española (BLP)

3. Así que Moab se alarmó al ver un pueblo tan numeroso. Asustado ante los israelitas,

4. Moab dijo a los ancianos de Madián:—Ahora esta gente devorará todos nuestros bienes, como devora el buey el pasto del campo.Balac, hijo de Zipor, que era entonces rey de Moab,

5. envió mensajeros a Balaán, hijo de Beor, que residía en Petor, ciudad que está junto al río Éufrates* y era su país de origen, para que le dijeran:—Un pueblo ha salido de Egipto y cubre ya la faz de la tierra; ahora se ha asentado delante de mí.

6. Ven, pues, y maldice a este pueblo de mi parte pues es más fuerte que yo; quizá entonces yo pueda derrotarlo y expulsarlo de mi territorio. Porque yo sé bien que será bendito quien reciba tu bendición y a quien tú maldigas, maldito será.

7. Los ancianos de Moab y los ancianos de Madián partieron llevando consigo el pago por el vaticinio. Llegaron adonde estaba Balaán y le dieron el mensaje de Balac.

8. Él les respondió:—Pasad aquí esta noche y yo os contestaré según me diga el Señor.Se quedaron, en efecto, con Balaán aquella noche los dignatarios de Moab.

9. Y tuvo Balaán una visión en la que Dios le preguntó:—¿Qué es lo que quieren esos hombres de ti?

10. Balaán respondió a Dios:—Balac, hijo de Zipor, rey de Moab, me ha enviado este mensaje:

11. «Un pueblo ha salido de Egipto y cubre ya la faz de la tierra; Ven, pues, y maldice a ese pueblo de mi parte; quizá entonces yo pueda derrotarlo y expulsarlo de mi territorio».

12. Pero Dios dijo a Balaán:—No vayas con ellos. Tú no debes maldecir a ese pueblo porque es un pueblo bendito.

13. Balaán se levantó por la mañana y dijo a los dignatarios de Balac:—Retornad a vuestra tierra, porque el Señor no me deja ir con vosotros.

14. Los dignatarios de Moab partieron y regresaron donde estaba Balac y le dijeron:—Balaán rehusó venir con nosotros.

15. Entonces Balac envió otros dignatarios, más numerosos y más honorables que los anteriores,

16. los cuales llegaron adonde estaba Balaán y le dijeron:—Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no rehúses venir a mí.

17. Yo te recompensaré espléndidamente y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora y maldice a este pueblo de mi parte.

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