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Números 22:1-18 La Palabra Versión Española (BLP)

1. Los israelitas siguieron su marcha y acamparon en la llanura de Moab junto al Jordán, a la altura de Jericó.

2. Balac hijo de Zipor estaba enterado de todo lo que Israel había hecho con los amorreos.

3. Así que Moab se alarmó al ver un pueblo tan numeroso. Asustado ante los israelitas,

4. Moab dijo a los ancianos de Madián:—Ahora esta gente devorará todos nuestros bienes, como devora el buey el pasto del campo.Balac, hijo de Zipor, que era entonces rey de Moab,

5. envió mensajeros a Balaán, hijo de Beor, que residía en Petor, ciudad que está junto al río Éufrates* y era su país de origen, para que le dijeran:—Un pueblo ha salido de Egipto y cubre ya la faz de la tierra; ahora se ha asentado delante de mí.

6. Ven, pues, y maldice a este pueblo de mi parte pues es más fuerte que yo; quizá entonces yo pueda derrotarlo y expulsarlo de mi territorio. Porque yo sé bien que será bendito quien reciba tu bendición y a quien tú maldigas, maldito será.

7. Los ancianos de Moab y los ancianos de Madián partieron llevando consigo el pago por el vaticinio. Llegaron adonde estaba Balaán y le dieron el mensaje de Balac.

8. Él les respondió:—Pasad aquí esta noche y yo os contestaré según me diga el Señor.Se quedaron, en efecto, con Balaán aquella noche los dignatarios de Moab.

9. Y tuvo Balaán una visión en la que Dios le preguntó:—¿Qué es lo que quieren esos hombres de ti?

10. Balaán respondió a Dios:—Balac, hijo de Zipor, rey de Moab, me ha enviado este mensaje:

11. «Un pueblo ha salido de Egipto y cubre ya la faz de la tierra; Ven, pues, y maldice a ese pueblo de mi parte; quizá entonces yo pueda derrotarlo y expulsarlo de mi territorio».

12. Pero Dios dijo a Balaán:—No vayas con ellos. Tú no debes maldecir a ese pueblo porque es un pueblo bendito.

13. Balaán se levantó por la mañana y dijo a los dignatarios de Balac:—Retornad a vuestra tierra, porque el Señor no me deja ir con vosotros.

14. Los dignatarios de Moab partieron y regresaron donde estaba Balac y le dijeron:—Balaán rehusó venir con nosotros.

15. Entonces Balac envió otros dignatarios, más numerosos y más honorables que los anteriores,

16. los cuales llegaron adonde estaba Balaán y le dijeron:—Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no rehúses venir a mí.

17. Yo te recompensaré espléndidamente y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora y maldice a este pueblo de mi parte.

18. Pero Balaán respondió a los enviados de Balac:—Aunque Balac me dé su palacio repleto de plata y oro, yo no podré hacer nada, grande o pequeño, que vaya contra lo mandado por el Señor, mi Dios.

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