11. hasta el punto de decir al Señor:—¿Por qué tratas tan mal a tu siervo*? ¿Por qué me has retirado tu favor y has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?
12. ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Acaso engendré yo a este pueblo o lo di a luz para que me digas: «Llévalo en tu regazo —como hace la nodriza con el niño de pecho— a la tierra que prometiste con juramento a sus antepasados»?
13. Porque ¿dónde conseguiré carne para dar de comer a todo este pueblo? Y es que vienen a mí con lamentos y me exigen: «¡Danos carne para comer!».
14. Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, porque es demasiado pesado para mí.