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Nehemías 4:8-17 La Palabra Versión Española (BLP)

8. Inspeccioné el dispositivo, me puse en pie y dije a los nobles, a las autoridades y al resto del pueblo:—¡No temáis ante ellos! ¡Acordaos que el Señor es grande y poderoso! ¡Luchad por vuestros hermanos, hijos e hijas, por vuestras mujeres y vuestras casas!

9. Constataron nuestros enemigos que estábamos apercibidos y que Dios había desbaratado sus planes; así que pudimos volver a las murallas, cada uno a su trabajo.

10. Desde aquel día, la mitad de mis muchachos trabajaba en la obra y la otra mitad empuñaba lanzas, escudos, arcos y corazas, mientras los jefes todos de Judá los apoyaban incondicionalmente.

11. Los que construían la muralla y los que portaban las cargas realizaban con una mano el trabajo y con la otra empuñaban un arma.

12. Cada albañil tenía una espada ceñida a la cintura y así realizaba su labor. A mi lado estaba permanentemente alguien que tocara la corneta.

13. Dije a los nobles, a las autoridades y al resto del pueblo:—La obra es extensa y estamos desperdigados a lo largo de la muralla, lejos los unos de los otros.

14. Así que cuando oigáis el sonido de la corneta acudid allí para ayudarnos. Nuestro Dios luchará por nosotros.

15. Desde el amanecer hasta que salían las estrellas trabajábamos en la obra, siempre con la mitad de nosotros empuñando las lanzas.

16. Dije también al pueblo:—Que cada uno pernocte con su criado dentro de Jerusalén, haciendo guardia de noche y trabajando de día.

17. Ni yo, ni mis familiares*, ni mis muchachos, ni los hombres de la guardia que me acompañaban nos quitábamos el vestido; nadie se separaba de su arma.

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