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Levítico 22:7-13 La Palabra Versión Española (BLP)

7. Cuando se ponga el sol, recuperará el estado de pureza y entonces podrá comer las ofrendas sagradas que le corresponden como alimento.

8. No comerá animal muerto, ni que haya sido despedazado por las fieras, para no contaminarse con ello. Yo soy el Señor.

9. Deben, pues, cumplir mis normas para no incurrir en pecado y tener que morir por haberlas profanado. Yo, el Señor, soy el que los santifico.

10. Ningún extraño comerá de las ofrendas sagradas: ni el huésped del sacerdote ni el jornalero podrán comerlas.

11. Mas cuando el sacerdote compre algún esclavo, este podrá comer de ellas, así como también podrá comer de su alimento el nacido en su casa.

12. La hija del sacerdote que se case con un extraño no podrá comer de las ofrendas sagradas.

13. Pero si la hija del sacerdote es viuda o divorciada, no tiene hijos y ha regresado a la casa de su padre, podrá comer de los alimentos de su padre, como cuando era joven. ¡Pero que ningún extraño coma de las ofrendas sagradas!

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