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Levítico 14:24-39 La Palabra Versión Española (BLP)

24. Tomará entonces el sacerdote el cordero de la ofrenda de reparación y el cuarto de litro de aceite, haciendo con ellos el rito de la elevación ante el Señor,

25. inmolará el cordero del sacrificio de reparación, tomará un poco de la sangre de la víctima inmolada y untará con ella el lóbulo de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha y el pulgar del pie derecho de la persona que se purifica.

26. Luego el sacerdote echará un poco del aceite sobre la palma de su mano izquierda

27. y, con el índice de su mano derecha, hará siete aspersiones ante el Señor utilizando el aceite que tiene en su mano izquierda.

28. A continuación, con el aceite que tiene en su mano, el sacerdote untará el lóbulo de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha y el pulgar del pie derecho de quien se purifica, por encima del lugar untado con la sangre de la ofrenda de reparación.

29. Y lo que reste del aceite que tiene en su mano, lo derramará el sacerdote sobre la cabeza de la persona que se purifica, para hacer expiación por ella en presencia del Señor.

30. Luego ofrecerá las dos tórtolas o los dos pichones, según sus recursos:

31. uno en ofrenda de purificación y el otro en holocausto; presentará, además, la ofrenda de cereal. Así hará el sacerdote expiación en presencia del Señor por la persona que se purifica.

32. Esta es la norma para quien haya padecido de lepra y no tenga recursos suficientes para su purificación.

33. El Señor habló a Moisés y a Aarón, y les dijo:

34. —Cuando entréis en la tierra de Canaán, que os entrego en posesión, si yo hiciera aparecer manchas en alguna casa de vuestra tierra,

35. el propietario de la casa avisará al sacerdote y le dirá «Algo como lepra ha aparecido en mi casa».

36. Antes de entrar a examinarla, el sacerdote ordenará desocupar inmediatamente la casa para evitar que sea contaminado todo lo que hay en ella; a continuación el sacerdote entrará a examinarla.

37. Y si al examinarla, se ven en las paredes de la casa manchas verdosas o rojizas que aparentan estar más hundidas que la superficie de la pared,

38. el sacerdote saldrá a la entrada de la casa y la clausurará durante siete días.

39. Al séptimo día el sacerdote retornará a la casa y, si comprueba que la mancha se ha extendido por las paredes,

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