Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Jueces 19:18-24 La Palabra Versión Española (BLP)

18. El levita le respondió:—Estamos de paso, venimos de Belén de Judá y vamos a la zona norte de la montaña de Efraín. Yo soy de allí. Fui a Belén de Judá y ahora regreso a mi casa, pero nadie me ha ofrecido la suya;

19. y eso que tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y pan y vino para mí, para tu servidora y para el joven que acompaña a tu siervo. No nos falta de nada.

20. El anciano le dijo:—La paz sea contigo; yo proveeré a todas tus necesidades; pero no pases la noche en la plaza.

21. Lo llevó a su casa y echó pienso a los asnos. Ellos, por su parte, se lavaron los pies, comieron y bebieron.

22. Mientras recobraban fuerzas, los hombres de la ciudad, gente malvada, cercaron la casa y, golpeando la puerta, le dijeron al anciano, dueño de la casa:—Sácanos al hombre que ha entrado en tu casa, para que nos acostemos* con él.

23. El dueño de la casa salió fuera y les dijo:—No, hermanos míos; por favor, no obréis semejante maldad. Habiendo entrado este hombre en mi casa no cometáis esa infamia.

24. Aquí está mi hija, que es doncella, y la concubina de él. Os las voy a sacar. Abusad de ellas y haced con ellas lo que os parezca; pero no cometáis con este hombre semejante infamia.

Leer capítulo completo Jueces 19