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Josué 9:5-20 La Palabra Versión Española (BLP)

5. se pusieron también ropas usadas y sandalias viejas y remendadas. El pan que llevaban para su sustento era todo él seco y desmigajado.

6. Llegaron al campamento de Guilgal, donde se encontraba Josué, y le dijeron a él y a los demás israelitas:—Venimos de un país lejano y queremos hacer un pacto con vosotros.

7. Los israelitas replicaron a aquellos jeveos:—¿Y si habitáis en nuestro territorio? Porque en tal caso, no podemos hacer un pacto con vosotros.

8. Respondieron a Josué:—Siervos tuyos somos.Josué les preguntó:—¿Quiénes sois y de dónde venís?

9. Le respondieron:—Tus siervos vienen de muy lejana tierra, atraídos por la fama del Señor tu Dios, pues hemos oído hablar de él, de todo lo que ha hecho en Egipto

10. y de cómo ha tratado a los dos reyes amorreos de Transjordania, a Sijón, rey de Jesbón, y a Og, rey de Basán, que vivía en Astarot.

11. Nuestros ancianos y los habitantes de nuestra tierra nos indicaron que tomásemos provisiones para el viaje y saliéramos a vuestro encuentro diciéndoos: «Somos vuestros siervos y queremos hacer un pacto con vosotros».

12. Mirad, este pan que traemos estaba caliente el día en que nos aprovisionamos de él en nuestras casas y decidimos venir a vuestro encuentro; ahora está duro y hecho migas.

13. Estos odres de vino, que eran nuevos cuando los llenamos, ahora están rotos; nuestras sandalias y nuestros vestidos están gastados a causa de un camino tan largo.

14. Los israelitas, sin consultar previamente al Señor, aceptaron los obsequios que les traían los viajeros.

15. Josué concertó con ellos un tratado de paz y se comprometió a conservarles la vida; igualmente se lo juraron los jefes de la comunidad.

16. Pero, a los tres días de cerrado el pacto, los israelitas se enteraron de que vivían cerca y habitaban en territorio de Israel.

17. Partieron, pues, los israelitas del campamento y en tres días llegaron a las ciudades gabaonitas, que eran Gabaón, Quefirá, Beerot y Quiriat Jearín.

18. Pero los israelitas no los mataron, porque así se lo habían jurado los jefes de la comunidad por el Señor, Dios de Israel. Entonces toda la comunidad comenzó a criticar a los jefes,

19. que se explicaron así ante la comunidad reunida:—Puesto que se lo hemos jurado por el Señor, Dios de Israel, no podemos hacerles ningún daño.

20. Tenemos, pues, que respetarles la vida si no queremos que descargue sobre nosotros la cólera por el juramento que les hemos hecho.

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