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Josué 6:10-22 La Palabra Versión Española (BLP)

10. Josué había dado esta orden al pueblo:—No lancéis gritos de guerra ni dejéis oír vuestras voces: que no salga ni una palabra de vuestra boca, hasta el día en que yo os mande lanzar el grito de guerra. Entonces lo lanzaréis.

11. Hizo, pues, Josué que dieran una vuelta a la ciudad con el Arca del Señor, rodeándola una vez; luego regresaron al campamento, donde pasaron la noche.

12. Josué se levantó de madrugada y los sacerdotes cargaron a hombros el Arca del Señor.

13. Los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuerno de carnero* delante del Arca del Señor, iban tocando las trompetas según caminaban. Los que iban armados marchaban delante de ellos mientras la retaguardia desfilaba detrás del Arca del Señor al son de las trompetas.

14. El segundo día dieron otra vuelta a la ciudad y regresaron al campamento. Así durante seis días.

15. El séptimo día, se levantaron de madrugada y, siguiendo el mismo ritual, dieron siete vueltas a la ciudad; únicamente el séptimo día dieron siete vueltas a la ciudad.

16. A la séptima vuelta, los sacerdotes tocaron las trompetas y Josué dijo al pueblo:—¡Lanzad el grito de guerra, porque el Señor os ha entregado la ciudad!

17. La ciudad, con todo lo que hay en ella, será consagrada al exterminio en honor del Señor. Solo quedará con vida Rajab, la prostituta, junto con todos los que están con ella en su casa, pues ocultó a los exploradores que enviamos a Jericó.

18. Pero vosotros, guardaos de quedaros con algo consagrado al exterminio, pues si os dejáis llevar de la codicia y os quedáis con algo de lo que está consagrado, acarrearíais la desgracia a todo el campamento de Israel convirtiéndolo en objeto de exterminio.

19. Toda la plata, todo el oro y todos los objetos de bronce y de hierro están consagrados al Señor y deberán ingresarse en su tesoro.

20. El pueblo lanzó el grito de guerra y sonaron las trompetas. Al escuchar el pueblo el sonar de la trompeta, lanzó un poderoso grito de guerra y la muralla se desplomó. El pueblo asaltó la ciudad, cada uno por enfrente de donde se encontraba, y se apoderaron de ella.

21. Consagraron al exterminio todo lo que había en la ciudad: hombres y mujeres, jóvenes y viejos, bueyes, ovejas y asnos, pasándolos a filo de espada.

22. Josué dijo a los dos hombres enviados a explorar el país:—Entrad en casa de la prostituta y haced salir de ella a esa mujer con todo lo que le sea propio, pues así se lo jurasteis.

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