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Génesis 47:6-22 La Palabra Versión Española (BLP)

6. El país de Egipto está a tu disposición. Haz que tu padre y tus hermanos se asienten en la mejor zona del país; que se queden en la región de Gosen. Y si sabes que entre ellos hay algunos con experiencia, ponlos a cargo de mi ganado.

7. Después José presentó a su padre Jacob al faraón. Jacob saludó al faraón con reverencia

8. y este le preguntó:—¿Cuántos años tienes?

9. Jacob respondió:—Ciento treinta años llevo de aquí para allá. Pocos y desgraciados han sido los años de mi vida, y no llegan a sumar los años que mis antepasados vivieron como inmigrantes.

10. Jacob volvió a saludar al faraón, y se retiró de su presencia.

11. José instaló a su padre y a sus hermanos dándoles terrenos en la mejor región de Egipto, en el distrito de Ramsés, tal como lo había ordenado el faraón.

12. José proporcionó alimentos a su padre, a sus hermanos y a toda su familia, según las necesidades de cada uno.

13. En ninguna parte del país había qué comer, y la carestía era tan severa que la gente, tanto en Egipto como en Canaán, se moría de hambre.

14. José, mientras tanto, iba acumulando todo el dinero que los de Egipto y los de Canaán pagaban a cambio del grano que le compraban, e ingresaba este dinero en las arcas reales.

15. Pero cuando se agotó el dinero en Egipto y Canaán, todos los egipcios fueron a decirle a José:—Danos pan. O ¿vas a permitir que muramos, porque ya no nos queda dinero?

16. José les respondió:—Si ya se os acabó el dinero, traed vuestros ganados y os los cambiaré por alimento.

17. Ellos traían el ganado a José que les daba alimento a cambio de caballos, ovejas, vacas y asnos. Durante un año les estuvo proveyendo de alimento a cambio de todo su ganado.

18. Pero pasó ese año, y al año siguiente fueron a decirle a José:—Señor, no podemos ocultarte que el dinero se nos acabó y que el ganado es ya de nuestro señor. No tenemos otra cosa que ofrecer a nuestro señor que nuestros cuerpos y nuestras tierras.

19. ¿Vas a permitir que nosotros muramos y nuestras tierras queden yermas? Cómpranos a nosotros y a nuestras tierras, a cambio de alimento. Nosotros, con nuestras tierras, seremos esclavos del faraón; pero danos semilla para que la tierra no quede desolada y nosotros podamos sobrevivir.

20. De esta manera José adquirió para el faraón todas las tierras de Egipto, pues los egipcios, obligados por el hambre, tuvieron que venderle sus tierras; y así el país pasó a ser propiedad exclusiva del faraón,

21. y todos en Egipto, de uno a otro confín, acabaron siendo esclavos.

22. Los únicos terrenos que José no compró fueron los que pertenecían a los sacerdotes, porque a ellos les había asignado el faraón una ración de alimento; y como vivían de esa asignación que les daba el faraón, no tuvieron que vender sus propiedades.

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