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Génesis 20:7-18 La Palabra Versión Española (BLP)

7. Pero ahora devuélvele la mujer a ese hombre. Él es un profeta, y va a interceder en favor tuyo para que salves tu vida. Pero, si no se la devuelves, ten por seguro que tú y los tuyos moriréis.

8. Abimélec se levantó de madrugada y llamó a todos sus criados. Les contó confidencialmente lo que había soñado, y ellos se asustaron mucho.

9. Después Abimélec llamó a Abrahán y le dijo:—¿Por qué nos has hecho esto? ¿Qué mal te he causado yo para que nos expusieras a mí y a mi reino a cometer un pecado tan grave? Eso que me has hecho no se le hace a nadie.

10. Y añadió:—¿Qué te ha movido a actuar de ese modo?

11. Y Abrahán contestó:—Yo pensé que en esta región nadie respetaría a Dios y que, por tanto, me matarían para quedarse con mi mujer.

12. Aunque es cierto que ella es mi hermana: es hija de mi padre, aunque no de mi madre; y también es mi mujer.

13. Cuando Dios me hizo andar errante, lejos de la casa de mi padre, le pedí a ella que me hiciese el favor de decir en todos los sitios adonde llegásemos que yo era su hermano.

14. Abimélec tomó entonces ovejas y vacas, criados y criadas, se los dio a Abrahán y le devolvió también a Sara, su mujer.

15. Y le dijo:—Ahí tienes mi territorio, establécete donde mejor te parezca.

16. Y a Sara le dijo:—He dado a tu hermano mil siclos* de plata, que servirán para defender tu buena fama ante todos los tuyos y restablecer tu reputación.

17. Entonces Abrahán oró a Dios que sanó a Abimélec, a su mujer y a sus concubinas para que de nuevo pudieran tener hijos,

18. porque Dios, a causa de Sara, la mujer de Abrahán, había hecho estériles a todas las mujeres en la casa de Abimélec.

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