Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 24:15-26 La Palabra Versión Española (BLP)

15. El Señor me dirigió la palabra:

16. —Hijo de hombre, voy a quitarte de repente la delicia de tus ojos. Pero no harás duelo ni llorarás, ni derramarás una sola lágrima.

17. Suspira en silencio, no hagas duelo de difuntos; ponte el turbante, cálzate las sandalias, no te cubras la barba ni comas el pan de duelo.

18. Yo hablé a la gente por la mañana, y por la tarde murió mi esposa. A la mañana siguiente hice lo que se me había ordenado.

19. La gente me dijo:—¿No nos explicas qué relación tiene con nosotros lo que estás haciendo?

20. Yo les respondí:—Es que el Señor me ha hablado así:

21. Di a los israelitas: Esto dice el Señor Dios: Voy a profanar mi santuario, manifestación de vuestro orgullo y poder, delicia de vuestros ojos, aquello por lo que suspiráis apasionados. Los hijos e hijas que dejasteis caerán a espada.

22. Haréis lo mismo que yo: no os cubriréis la barba ni comeréis pan de duelo;

23. os pondréis el turbante y os calzaréis las sandalias; no haréis duelo ni lloraréis. Os consumiréis pensando en vuestras culpas y gemiréis los unos por los otros.

24. Ezequiel os servirá de ejemplo; haréis lo que él ha hecho. Y cuando esas cosas sucedan, reconoceréis que yo soy el Señor Dios.

25. Por lo que a ti respecta, hijo de hombre, cuando yo los despoje de su seguridad, del gozo que les proporciona su esplendor, de la alegría de sus ojos, de aquello por lo que suspiran, cuando los deje sin hijos e hijas,

26. ese día llegará a ti un fugitivo para darte la noticia.

Leer capítulo completo Ezequiel 24