Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 20:29-43 La Palabra Versión Española (BLP)

29. Entonces les pregunté: ¿Qué altozano es ese al que soléis ir? (Y se le dio el nombre de «altozano» hasta el día de hoy.)

30. Por eso, di a los israelitas: Esto dice el Señor Dios: Resulta que vosotros os contamináis siguiendo la conducta de vuestros antepasados y rendís culto a sus ídolos.

31. Presentáis vuestras ofrendas y hacéis pasar a vuestros hijos por el fuego; os habéis contaminado hasta hoy con vuestros ídolos, ¿y pretendéis que me deje consultar por vosotros, pueblo de Israel? Lo juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que no pienso dejarme consultar por vosotros.

32. Jamás sucederá lo que os imagináis, cuando decís: «Seremos como las naciones, como las tribus de otros países, que dan culto al leño y a la piedra».

33. Lo juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que reinaré sobre vosotros con mano firme, brazo invencible y cólera incontenible.

34. Os sacaré de entre los pueblos y, con mano firme, brazo invencible y cólera incontenible os reuniré de los países en que os dispersasteis.

35. Os conduciré al desierto, fuera de los pueblos donde estáis, y allí entablaré un pleito con vosotros, cara a cara.

36. Del mismo modo que entablé un pleito con vuestros antepasados en el desierto de Egipto, así haré ahora con vosotros —oráculo del Señor Dios—.

37. Os haré pasar bajo el cayado y os someteré al vínculo de la alianza.

38. Separaré de vosotros a los rebeldes y sacaré del país donde residen a los que se han alzado contra mí, pero no entrarán en la tierra de Israel, y así reconocerán que yo soy el Señor.

39. En cuanto a vosotros, pueblo de Israel, esto dice el Señor Dios: Que cada cual vaya a servir a sus ídolos, pero juro que después me escucharéis y no volveréis a profanar mi santo nombre con vuestras ofrendas y vuestros ídolos.

40. Pues en mi monte santo, en el excelso monte de Israel —oráculo del Señor Dios—, me servirá el pueblo entero de Israel, todo el que habita en esta tierra. Allí los acogeré gustosamente, y allí buscaré vuestras ofrendas y las primicias de vuestros dones, siempre que me queráis consagrar algo.

41. Os acogeré gustosamente, como aroma que aplaca, cuando os saque de entre los pueblos y os reúna de los países por los que os dispersasteis; y pondré de manifiesto mi santidad en vosotros, a la vista de las naciones.

42. Y reconoceréis que yo soy el Señor cuando os lleve a la tierra de Israel, a la tierra que juré solemnemente dar a vuestros padres.

43. Allí recordaréis vuestra antigua conducta, todas las acciones con las que os contaminasteis; y os daréis asco a vosotros mismos por todas las maldades que cometisteis.

Leer capítulo completo Ezequiel 20