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Ezequiel 16:30-34 La Palabra Versión Española (BLP)

30. ¡Qué enfebrecido tiene que estar tu corazón —oráculo del Señor Dios— para hacer todas estas cosas, acciones propias de una prostituta empecinada,

31. para construir tu prostíbulo en los cruces de todos los caminos y para erigir tu plataforma en todas las plazas! Pero no fuiste como la prostituta profesional, pues despreciabas tu paga.

32. La esposa adúltera, que prescinde de su marido, acepta regalos;

33. a todas las prostitutas se les paga lo convenido. Tú, en cambio, hacías regalos a todos tus amantes y los atraías con mercedes para que vinieran de los alrededores a fornicar contigo.

34. Te ha ocurrido lo contrario que a las demás mujeres pues, como nadie ha ido tras de ti solicitándote, has sido tú la que ha pagado en lugar de recibir lo convenido. ¡Justo al revés!

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