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Ezequiel 14:12-23 La Palabra Versión Española (BLP)

12. El Señor me dirigió la palabra:

13. —Hijo de hombre, si un país peca contra mí cometiendo infidelidad y extiendo mi mano contra él, acabo con su abasto de pan, lo hago víctima del hambre y acabo con las personas y los animales que lo habitan,

14. y resulta que en ese país viven tres hombres: Noé, Daniel y Job*, estos salvarán su vida por su honradez —oráculo del Señor Dios—.

15. Y si envío bestias salvajes contra ese país para dejarlo sin habitantes y convertirlo en desolación, sin que nadie se atreva a transitar por él por miedo a las bestias salvajes,

16. y resulta que en él viven esos tres hombres, juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que no se salvarán hijos ni hijas; solo ellos conseguirán ponerse a salvo; y el país quedará desolado.

17. O imaginemos que envío la espada contra ese país ordenando que extermine a personas y animales;

18. si resulta que en él viven esos tres hombres, juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que no se salvarán hijos ni hijas; solo ellos conseguirán ponerse a salvo.

19. O imaginemos que envío la peste contra ese país y derramo sobre él mi sangrienta cólera, con ánimo de acabar con personas y animales;

20. si resulta que viven en él Noé, Daniel y Job, juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que no se salvarán hijos ni hijas, si bien ellos pondrán a salvo su vida por su honradez.

21. Esto dice el Señor Dios: Cuando envíe contra Jerusalén mis cuatro azotes funestos: la espada, el hambre, las bestias salvajes y la peste, con ánimo de acabar con personas y animales,

22. quedarán en la ciudad algunos supervivientes que tratarán de poner a salvo a sus hijos e hijas, saliendo a vuestro encuentro. Comprobaréis entonces su conducta y sus acciones, y así no os sorprenderá la desgracia que he acarreado sobre Jerusalén, todo lo que he hecho en contra de ella.

23. Encontraréis explicación al ver su conducta y sus acciones, y reconoceréis que lo que he hecho contra ella no ha carecido de motivos —oráculo del Señor Dios mi Dios—.

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