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Éxodo 3:6-18 La Palabra Versión Española (BLP)

6. Y añadió:—Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob*.Moisés, sintió miedo de mirar a Dios y se tapó la cara.

7. El Señor continuó diciendo:—He visto la angustiosa situación de mi pueblo en Egipto, he escuchado los gritos de dolor que le causan sus opresores y conozco sus calamidades.

8. Ahora he decidido librarlos del poder de los egipcios y sacarlos de ese país para conducirlos a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, jeveos y jebuseos.

9. El lamento de los israelitas ha llegado a mí, y he visto cómo los tiranizan los egipcios.

10. Ve, pues; yo te envío al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas.

11. Entonces Moisés preguntó a Dios:—¿Quién soy yo para presentarme al faraón y sacar de Egipto a los israelitas?

12. Dios le contestó:—Yo estaré contigo, y esta es la señal de que soy yo quien te envía: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, me adoraréis en este monte.

13. Moisés le respondió:—De acuerdo, me presentaré ante los israelitas y les diré: «El Dios de vuestros antepasados me envía a vosotros»; pero si ellos me preguntan cuál es su nombre, ¿qué les responderé?

14. Dios dijo a Moisés:—Soy el que soy.Y añadió:—Esto responderás a los israelitas: «Yo soy» me envía a vosotros.

15. Les dirás también: «Yahweh, el Dios de nuestros antepasados, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, me envía a vosotros. Este es mi nombre eterno: así me llamaréis de generación en generación».

16. Reúne, pues, a los ancianos* de Israel y diles: «El Señor, el Dios de vuestros antepasados, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, se me ha aparecido y me ha dicho: Os he visitado y he observado cómo os tratan los egipcios;

17. así que he determinado acabar con vuestras penalidades y llevaros al país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, jeveos y jebuseos, a una tierra que mana leche y miel».

18. Ellos te harán caso. Entonces, tú y los ancianos de Israel os presentaréis al rey de Egipto, y le diréis: «El Señor, el Dios de los hebreos, ha salido a nuestro encuentro. Permítenos que nos adentremos durante tres días por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios».

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