36. El Señor saldrá en defensa de su pueblocuando lo vea desfallecer;se compadecerá de sus siervoscuando ya no queden ni esclavos ni libres.
37. Entonces dirá: ¿Dónde están ahora sus dioses,la roca en la cual buscaron refugio,
38. los que comían la grasa de sus sacrificiosy bebían el vino de sus ofrendas?¡Que se levanten a ayudaros!¡Que vengan a protegeros!
39. ¡Ved ahora que yo soy el único Dios!No hay otros dioses fuera de mí.Yo doy la muerte y la vida,yo causo la herida y la sano.¡Nadie puede librarse de mi poder!
40. Levanto la mano al cielo y juro:Tan cierto como que vivo para siempre,
41. es que me vengaré de mis adversarioscuando afile mi espada relucientey comience a impartir justicia.¡Daré su merecido a los que me odian!
42. Mis flechas se embriagarán de sangre,y mi espada se hartará de carne:sangre de heridos y de cautivos,cabezas de jefes enemigos.
43. ¡Alegraos, naciones, con su pueblo,porque él vengará la sangre de sus siervos.Dios se vengará de sus enemigos,y purificará su tierra y a su pueblo!
44. Moisés, acompañado de Josué, hijo de Nun, se presentó ante todo el pueblo de Israel y les recitó completo este cántico.
45. Cuando Moisés terminó de recitar a todo Israel el cántico,
46. les dijo:—Meditad bien en todas estas palabras con las que hoy doy testimonio contra vosotros y decidles a vuestros hijos que cumplan fielmente todas las cláusulas de esta ley.
47. Porque no son palabras que vosotros debáis tomar a la ligera, sino que de ellas depende vuestra vida; y por ellas prolongaréis vuestros días en la tierra que vais a tomar en posesión al otro lado del Jordán.
48. Aquel mismo día el Señor le dijo a Moisés:
49. —Sube a las montañas de Abarín, al monte Nebo, en el territorio de Moab, enfrente de Jericó, y contempla la tierra de Canaán que voy a dar en posesión a los israelitas.