Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Deuteronomio 28:55-63 La Palabra Versión Española (BLP)

55. hasta el punto de no compartir con ellos nada de la carne de sus hijos, que comerá por no haberle quedado ninguna otra cosa después de la angustia que te hará sentir tu enemigo durante el asedio de todas tus ciudades.

56. Igualmente, la mujer más fina y delicada de tu pueblo, tan fina y delicada que no se atrevería a rozar el suelo con la punta de su pie, recelará de su propio esposo al que ama, de sus hijos y de sus hijas.

57. No compartirá* el hijo que acaba de parir ni su placenta, sino que se los comerá en secreto, pues será lo único que le quede debido a la angustia que te hará sentir tu enemigo durante el asedio de todas tus ciudades.

58. Si no cumples cuidadosamente todas las palabras de esta ley, que están escritas en este libro, ni respetas el glorioso y temible nombre del Señor tu Dios,

59. entonces el Señor enviará terribles y persistentes plagas contra ti y tus descendientes, junto con enfermedades malignas e incurables.

60. Enviará sobre ti todas las plagas de Egipto, que tanto espanto te causaron, y no te podrás librar de ellas.

61. El Señor enviará contra ti, hasta exterminarte, toda clase de enfermedades y desastres, incluso las que no se mencionan en el libro de esta ley.

62. Y vosotros, que como pueblo llegasteis a ser tan numerosos como las estrellas del cielo, quedaréis reducidos a unos cuantos por no haber obedecido al Señor tu Dios.

63. Así como el Señor se complacía en multiplicarte y hacerte prosperar, ahora se complacerá en arrasaros y destruiros. ¡Seréis arrancados de la tierra adonde vais a entrar para tomarla en posesión!

Leer capítulo completo Deuteronomio 28