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Deuteronomio 27:2-17 La Palabra Versión Española (BLP)

2. El día en que cruces el Jordán para entrar en la tierra que el Señor tu Dios va a darte, erigirás unas grandes piedras, las revocarás con cal

3. y escribirás en ellas todos los mandamientos de esta ley. Esto lo harás cuando hayas cruzado el Jordán. Así podrás entrar en la tierra que el Señor tu Dios va a darte: una tierra que mana leche y miel, tal como te prometió el Señor, el Dios de tus antepasados.

4. Cuando estéis al otro lado del Jordán, erigiréis esas piedras en el monte Ébal, tal como os ordeno hoy y las revocarás con cal.

5. Construirás allí un altar de piedra en honor del Señor tu Dios. No usarás ningún instrumento de hierro para labrar las piedras,

6. porque el altar del Señor tu Dios deberá estar construido con piedras sin labrar. Sobre él ofrecerás holocaustos al Señor tu Dios;

7. ofrecerás sacrificios de comunión y los comerás allí haciendo fiesta ante el Señor tu Dios;

8. y sobre las piedras escribirás, de manera bien legible, todos los mandamientos de esta ley.

9. Después, Moisés y los sacerdotes levitas dijeron a todo Israel:—¡Guarda silencio, Israel, y presta atención! Hoy te has convertido en el pueblo del Señor tu Dios.

10. Obedecerás al Señor tu Dios y cumplirás los mandamientos y preceptos que yo te prescribo hoy.

11. Aquel mismo día Moisés dio esta orden al pueblo:

12. —Cuando hayáis cruzado el Jordán, las tribus de Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín se situarán en el monte Garizín para pronunciar la bendición a favor del pueblo;

13. y las tribus de Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí se situarán en el monte Ébal para pronunciar la maldición.

14. Los levitas se dirigirán a todos los israelitas y proclamarán en voz alta lo siguiente:

15. ¡Maldito sea quien haga un ídolo tallado o de metal fundido —creación humana, que el Señor abomina— y lo adore en secreto!Y el pueblo a una responderá: ¡Amén!

16. ¡Maldito sea quien desprecie a su padre o a su madre! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén!

17. ¡Maldito sea quien mueva los mojones de su vecino!Y el pueblo a una responderá: ¡Amén!

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