Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Deuteronomio 18:6-17 La Palabra Versión Española (BLP)

6. Si un levita se traslada voluntariamente de la ciudad de Israel donde residía, sea la que sea, al lugar escogido por el Señor,

7. podrá oficiar allí y dar culto al Señor su Dios, igual que todos sus hermanos levitas que ya sirven en aquel lugar, ante el Señor;

8. y comerá una ración igual a la de los demás, sin tener en cuenta cual sea su patrimonio familiar.

9. Cuando hayas entrado en el país que el Señor tu Dios te va a dar, no imites las prácticas abominables de aquellas naciones.

10. Que no haya entre vosotros quien inmole en el fuego a su hijo o a su hija, ni quien practique la adivinación, el sortilegio, la brujería o la hechicería;

11. que nadie haga conjuros, consulte a espíritus y espectros, o evoque a los muertos.

12. El Señor detesta a quienes practican estas artes. Precisamente por estas costumbres abominables, el Señor tu Dios expulsa de tu presencia a esas naciones.

13. Sé completamente fiel al Señor tu Dios;

14. es cierto que esas naciones, cuyo territorio vas a poseer, escuchan a hechiceros y adivinos, pero a ti te ha prohibido todo eso el Señor tu Dios.

15. El Señor tu Dios suscitará en medio de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo; a él deberéis escuchar.

16. Eso fue lo que le pediste al Señor tu Dios en Horeb, el día de la asamblea, cuando le dijiste: «No quiero escuchar más la voz del Señor mi Dios ni quiero volver a contemplar aquel terrible fuego, para no morir».

17. Entonces el Señor me dijo: «Tienen razón».

Leer capítulo completo Deuteronomio 18