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Deuteronomio 1:7-20 La Palabra Versión Española (BLP)

7. Desmontad, pues, el campamento y poneos en marcha; dirigíos a las montañas de los amorreos* y a todas sus zonas vecinas: la Arabá, la Montaña, la Sefela*, el Négueb y el litoral. Seguid por la tierra de los cananeos hasta llegar al Líbano y al río grande: el río Éufrates.

8. ¡Mirad! Yo os he entregado el país; ahora entrad y tomad posesión de la tierra que el Señor os prometió según juró a vuestros antepasados, Abrahán, Isaac y Jacob, y a sus descendientes.

9. En aquella ocasión os dije: «Yo solo no doy abasto con todos vosotros,

10. porque el Señor vuestro Dios, os ha multiplicado de tal manera que sois tan numerosos como las estrellas del cielo.

11. ¡Que el Señor, el Dios de vuestros antepasados, os haga mil veces más numerosos todavía y os bendiga como os ha prometido!

12. Pero, ¿cómo podré yo solo sobrellevar vuestras cargas, vuestras disputas y pleitos?

13. Elegid de cada tribu hombres experimentados, que sean conocidos por su sabiduría y prudencia y yo los pondré al frente de vosotros».

14. Me respondisteis: «Estamos de acuerdo con lo que nos propones».

15. Entonces elegí de entre los jefes de las tribus a algunos hombres sabios y experimentados, y les di autoridad sobre vosotros. A unos los puse a cargo de grupos de mil hombres; a otros, a cargo de cien; a otros, de cincuenta; a otros, de diez, y a otros los nombré oficiales responsables de cada tribu.

16. Al mismo tiempo, di a los jueces estas normas: «Escuchad a vuestros hermanos y administrad justicia cuando tengan pleitos entre ellos o con extranjeros.

17. No seáis parciales en las sentencias; considerad de igual manera la causa de los débiles y la de los poderosos; no os dejéis intimidar por nadie, porque el juicio es de Dios. Y si el asunto os sobrepasa, pasádmelo a mí para que yo lo atienda».

18. Yo os indiqué entonces todo lo que debíais hacer.

19. Así, pues, dejamos el Horeb y recorrimos todo ese inmenso y espantoso desierto que habéis visto, camino de las montañas de los amorreos, hasta que llegamos a Cadés Barnea, como el Señor nuestro Dios nos había mandado.

20. Entonces os dije: «Ya habéis llegado a las montañas de los amorreos, que el Señor nuestro Dios nos da.

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