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2 Reyes 6:1-17 La Palabra Versión Española (BLP)

1. Un día los de la comunidad profética dijeron a Eliseo:—Mira, el lugar donde nos reunimos contigo es demasiado pequeño para nosotros.

2. Déjanos ir al Jordán donde nos aprovisionaremos de un tronco cada uno para hacernos un nuevo lugar de reunión.Eliseo les dijo:—Podéis ir.

3. Uno de ellos le pidió:—Acompáñanos, por favor.Él respondió:—Está bien, iré con vosotros.

4. Se fue con ellos y cuando llegaron al Jordán, se pusieron a cortar árboles.

5. Pero a uno de los que talaban troncos se le cayó al río el hierro del hacha y se puso a gritar:—¡Ay, maestro, que el hacha era prestada!

6. El profeta preguntó:—¿Dónde ha caído?Le indicó el lugar y entonces Eliseo cortó un palo, lo arrojó allí y el hierro salió a flote.

7. Luego le dijo:—Sácalo.El otro extendió el brazo y lo sacó.

8. El rey de Siria estaba en guerra con Israel y reunió en consejo a sus oficiales para proponerles:—Acamparemos en tal sitio.

9. Entonces el profeta mandó decir al rey de Israel:—Procura no pasar por tal sitio, pues los sirios están acampados allí.

10. El rey de Israel envió gente al lugar que el profeta le había indicado. Y esto sucedió más de dos veces: el profeta le advertía y él tomaba precauciones.

11. El rey de Siria, desconcertado, reunió a sus oficiales y les dijo:—Decidme quién de los nuestros informa al rey de Israel.

12. Uno de los oficiales respondió:—Ninguno, majestad. Se trata de Eliseo, el profeta de Israel, que informa a su rey de todo cuanto hablas en tu intimidad.

13. Entonces el rey ordenó:—Id a averiguar dónde está y enviaré a capturarlo.Cuando le informaron que estaba en Dotán,

14. el rey de Siria envió allí un gran destacamento de tropas con caballos y carros, que llegaron de noche y cercaron la ciudad.

15. Cuando el criado del profeta se levantó al amanecer, salió y descubrió que un ejército cercaba la ciudad con caballos y carros. Entonces dijo a Eliseo:—¡Ay, maestro! ¿Qué hacemos?

16. Él respondió:—No temas. Los nuestros son más que los de ellos.

17. Luego oró así:—Señor, ábrele los ojos para que pueda ver.El Señor abrió los ojos al criado y este vio que el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo.

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