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1 Samuel 9:18-27 La Palabra Versión Española (BLP)

18. Saúl se acercó a Samuel a la entrada de la ciudad y le dijo:—Por favor, indícame dónde está la casa del vidente.

19. Samuel le respondió:—Yo soy el vidente. Sube delante de mí al santuario, que hoy comeréis conmigo y mañana por la mañana te dejaré marchar y te revelaré todo cuanto te preocupa.

20. En cuanto a las asnas que se te perdieron hace tres días, deja de pensar en ellas, porque ya han aparecido. Ahora el principal interés de Israel sois tú y la familia de tu padre.

21. Y Saúl contestó:—¿Por qué me dices eso si yo no soy más que un benjaminita, de la tribu más pequeña de Israel, y mi familia es de las más insignificantes entre las familias de la tribu de Benjamín?

22. Samuel tomó a Saúl y a su criado, los introdujo en la sala y les asignó el lugar de la presidencia entre los invitados, que eran unos treinta.

23. Luego dijo al cocinero:—Tráete la ración que te di y que te encargué que guardaras.

24. El cocinero sacó una pierna entera y se la sirvió a Saúl. Samuel le dijo:—Ahí tienes lo que estaba reservado: sírvete y come, pues se te había guardado para este momento cuando invité a la gente.Y Saúl comió aquel día con Samuel.

25. Luego bajaron del santuario a la aldea, prepararon a Saúl un lecho en la terraza

26. y se acostó. Al amanecer, Samuel llamó a Saúl, diciéndole:—Levántate, que voy a despedirte.Saúl se levantó y los dos salieron a la calle.

27. Cuando bajaban por las afueras de la aldea, Samuel dijo a Saúl:—Di a tu criado que nos adelante. Y tú espera un momento, que tengo que comunicarte la palabra de Dios.

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