23. Pero David replicó:—No podéis hacer eso, hermanos, pues ha sido el Señor quien nos lo ha dado; él nos ha protegido y nos ha entregado la banda que nos había atacado.
24. Nadie tendrá en cuenta vuestro parecer en este asunto, y tanto el que entra en combate como el que guarda el equipaje, tendrá la misma parte.
25. Y desde aquel día hasta el presente esto ha sido norma y costumbre en Israel.
26. Cuando David llegó a Siclag, envió parte del botín a los ancianos de Judá, compatriotas suyos, con estas palabras:—Aquí tenéis un regalo del botín capturado a los enemigos del Señor.
27. Lo mismo hizo con los de Betul, con los de Ramot Négueb y con los de Jatir;
28. con los de Aroer, los de Sifemot, los de Estemoa
29. y los de Racal; así como con las ciudades de Jerajmel y las ciudades quenitas;
30. con los de Jormá, Borasán, Atac,
31. Hebrón y con todos los lugares por donde habían estado David y sus hombres.