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1 Samuel 30:11-25 La Palabra Versión Española (BLP)

11. Encontraron a un egipcio por el campo y se lo llevaron a David. Luego le dieron pan para comer y agua para beber.

12. Le dieron también una torta de higos y dos racimos de pasas. Él comió y se sintió reanimado, pues llevaba tres días y tres noches sin comer ni beber nada.

13. Entonces David le preguntó:—¿De quién eres y de dónde vienes?El muchacho egipcio contestó:—Soy esclavo de un amalecita. Mi amo me ha abandonado, porque caí enfermo hace tres días.

14. Habíamos hecho una incursión al sur de los quereteos, de Judá y de Caleb, y hemos incendiado Siclag.

15. David le preguntó:—¿Puedes llevarme hasta esa banda?El muchacho respondió:—Si me juras por Dios que no me matarás ni me entregarás a mi amo, te llevaré hasta esa banda.

16. Él los llevó y los encontraron desperdigados por el campo, comiendo, bebiendo y celebrando el gran botín capturado en territorio filisteo y en Judá.

17. David los estuvo atacando desde el amanecer hasta el atardecer y no escapó ninguno, a excepción de cuatrocientos muchachos que cogieron los camellos y huyeron.

18. David recuperó todo lo que se habían llevado los amalecitas y rescató a sus dos mujeres.

19. No les faltó nada, pues David lo recuperó todo: del mayor al más pequeño, los hijos y las hijas, el botín y todo lo que les habían quitado.

20. También se apoderó David de todos los rebaños de ovejas y vacas. Los que iban delante conduciendo aquel rebaño decían:—Este es el botín de David.

21. Cuando David llegó adonde estaban los doscientos hombres que por desfallecimiento no habían podido acompañarlo y se habían quedado en el arroyo de Besor, estos salieron a recibir a David y a la gente. David se acercó a ellos y los saludó.

22. Pero algunos de los que habían acompañado a David, gente desalmada y ruin, dijeron:—Como no han venido con nosotros, no tendrán parte del botín recuperado. Que cada cual tome a su mujer y a sus hijos y se marche.

23. Pero David replicó:—No podéis hacer eso, hermanos, pues ha sido el Señor quien nos lo ha dado; él nos ha protegido y nos ha entregado la banda que nos había atacado.

24. Nadie tendrá en cuenta vuestro parecer en este asunto, y tanto el que entra en combate como el que guarda el equipaje, tendrá la misma parte.

25. Y desde aquel día hasta el presente esto ha sido norma y costumbre en Israel.

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